APROXIMACIÓN ANTROPOLÓGICA AL JUEGO DE BOLOS EN LA MERINDAD DE MONTIJA (BURGOS)

La Merindad de Montija (mapa) está formada por dieciocho pueblos y, en todos ellos, se jugaba a los bolos desde tiempos inmemoriales (ver imágenes de boleras de la merindad). Hoy en día, por el contrario, la falta de juventud ha provocado al igual que en el resto de las Merindades que su práctica se haya resentido en proporciones alarmantes. Solo hay una bolera en la que se juegue habitualmente. Está situada en Bercedo y en ella participan jugadores del Club Peña Montija de Pasabolo Tablón que aglutina jugadores provenientes de diversos pueblos de la merindad.

Los bolos, hasta fines del siglo XIX, era un juego mixto de derribo y de pasabolo que con el tiempo daría lugar a dos modalidades deportivas: las actuales Pasabolo Tablón y Bolos Tres Tablones. Testimonios muy antiguos como las boleras cubiertas de Agüera y San Pelayo, en las que los bolos se contaban según las vigas en las que pegasen, son pruebas inequívocas de ello. Estas bolera no estaban preparadas para el moderno pasabolo tablón que precisa un gran campo detrás sino para una manera más primitiva, la mixta aludida, a partir de la cual se escindiría e independizaría el pasabolo tablón (no se sabe a ciencia cierta dónde) a fines del siglo XIX; y lo hizo con tanto éxito que a la larga se impuso en Montija desplazando a los bolos tres tablones al igual que ocurrió en Espinosa de los Monteros y el Valle de Mena (véase artículo del Valle de Mena). Si en el juego de bolos tres tablones actual, simplemente, se redujese el diámetro de la bola al que tenía hasta hace pocos años (25 cm) y se incorporase la jugada antigua de pasabolos, sin carrera, sería como volver al siglo XIX, en mi opinión, a un juego mixto más rico y espectacular que el actual y que era el propio de Las Merindades.

Plasmo escuetamente mis impresiones de una visita realizada en el verano de 2012 a algunos pueblos de la Merindad de Montija para indagar noticias sobre el juego de bolos. Empleo indistintamente los términos juegabolos o bolera —el primero más antiguo y el segundo más moderno— porque son sinónimos:

" En Cuestahedo no queda rastro del juegabolos pero Mariaje nos informa que encima de la fuente hay una calle que se llama Juego de Bolos lo cual es bastante significativo".

"Curiosa la disposición de la bolera de pasabolo de Noceco. Por evidentes problemas de espacio, las rayas, ingeniosamente ,se marcaban por altura en la malla metálica del fondo".

"En la bolera de Bercedo se encuentra el último reducto del Pasabolo Tablón en la Merindad de Montija y compiten en los campeonatos de España".

"La bolera cubierta de Agüera está tapiada y revocadas sus paredes de sillarejo; apenas se intuyen sus robustos pilares de roble tras su reconversión en almacén de paja. Un anciano jugador de 95 años nos habla de Francisco quién —nos dice— fue uno de los mejores y más largos jugadores montijanos ".

"En Loma de Montija hace más de cuarenta años que no se juega al pasabolo tablón. La bolera principal estaba junto al río Trueba aunque había otra privada, de la taberna. Aún nos recuerda un veterano jugador, cómo consiguieron vencer en un memorable desafío a los jugadores de Quintana de los Prados que eran la élite de la época".

"En El Ribero y Revilla de Pienza no consigo encontrar nadie que me aporte datos y en Quintanilla de Pienza me hablan de que había al menos dos boleras de pasabolo con unos campos muy grandes en los años 70. En el pueblo han existido varias boleras aunque a día de hoy no se conserva ninguna. Alrededor de los años 30 había una bolera en la zona del Campo, junto a unos olmos que había en la parte de abajo del terrero. También parece que ha habido algún tablón delante de la escuela y hasta hace pocos años había otro en el campo de La Venta. Según parece había grandes jugadores entre los hombres del pueblo que llegaron a participar en el campeonato de España".

"En Bárcena de Pienza un señor me comenta que no recuerda que se jugase a pasabolo pero sí a bolos junto a la iglesia".

"Bolera cubierta de Pasabolo en San Pelayo. Esta bolera debería ser por su características especialmente protegida como patrimonio cultural de las Merindades. Alguno se extrañará de ver una bolera de pasabolo antigua y cubierta. En origen el pasabolo y los bolos eran dos de las variantes de este juego tan ancestral del que hay constancia escritas en las Merindades al menos desde principios del siglo XVI. En esta bolera —nos cuenta Manolín— los bolos tenían un valor según la viga del techo en la que pegasen. Los que más valían eran los que salían por la puerta que daba a la iglesia. Había jugadores finos y largos en este pueblo y se cuenta que, en una ocasión, un bolazo llegó a matar a un hombre..."

El juego de bolos es una manifestación cultural de carácter etnológico relevante que se practicaba como una vivencia colectiva, con un indudable efecto regenerador y social. Afortunadamente, aún en varios pueblos de las Merindades (Burgos) se sigue manteniendo (Mapa con boleras en Las Merindades y Fotografías antiguas y modernas).

Los ancestrales bolos están interiorizados como parte de nuestra identidad, como testimonio de una práctica inmemorial en la que se fomenta la destreza, la fuerza y la precisión. Son, por lo tanto Cultura que debemos proteger, al igual que hacemos con las cuevas, las iglesias románicas o la naturaleza por lo que hemos propuesto a la Junta de Castilla y León su declaración como Bien de Interés Cultural de Carácter Inmaterial. La UNESCO urge a los países a proteger los deportes tradicionales y recomienda la promoción de los mismos en la escuela primaria y secundaria, muy especialmente en el área de educación física.

Cualquiera con un mínimo de sensibilidad cultural puede iniciarse en la recuperación del juego de bolos en su pueblo intentando rescatar lo mejor del pasado y proyectarlo en el siglo XXI. Sin embargo, sufrimos un lamentable proceso de aculturación y estamos necesitados de iniciativas ilusionantes que aglutinen a ayuntamientos, juntas vecinales, asociaciones de padres y madres, claustros de profesores… Las Escuelas de Bolos en los Centros de Enseñanza son necesarias, indispensables...

Tal vez tú no sepas jugar a los bolos pero tienes un abuelo o conoces a un señor mayor que ha sido un gran aficionado. Si es así, los datos que puedas recabar nos interesan y, si nos los envías, iremos activando poco a poco cada pueblo de nuestro mapa etnográfico e incorporaremos tu información a nuestra pequeña biblioteca antropológica.

Lo ideal es grabar a esas personas pero, en caso de no poder hacerlo, es importante al menos, fijar por escrito los recuerdos de esos jugadores de bolos veteranos ya que tienen un valor antropológico incuestionable. Si puedes conseguir fuentes gráficas (fotos, vídeos…) las incorporaremos a nuestro archivo fotográfico.

Es importante que los datos provengan de diversas generaciones, pero son fundamentales los datos de personas mayores, lo más ancianas posible, con el objeto de contrastar el pasado con el presente, y a la vez preservar la memoria de nuestra cultura que, por no ser escrita, corre el riesgo de perderse para siempre.

Más abajo iremos activando la información que vayamos recibiendo, gracias a tu colaboración, de cada uno de estos pueblos de la Merindad:

Agüera, Baranda, Bárcena de Pienza, Barcenillas del Ribero, Bercedo, Cuestaedo, Gayangos, Hedesa, Loma de Montija, Montecillo, Noceco, Quintanaedo, Quintanilla de Pienza, Quintanilla Sopeña, Revilla de Pienza, San Pelayo, Villalázara y Villasante.