¿Aficionado o profesional?

Esta mañana he leído en el cartel de las fiestas de un pueblo: campeonato de bolos “amateur” a las 20:30h.

Con esta definición, en apariencia inocente, se excluyen a los llamados erróneamente “profesionales”, es decir, a los buenos jugadores porque, como todos sabemos, nadie vive en el norte de Burgos de los bolos.

Aunque entiendo claramente los motivos por los que se trata de evitar -en un pueblo en el que tal vez no queden buenos jugadores– que vengan cuatro de fuera y se lleven todos los premios, creo que es un error plantearlo así.

En un concurso de bolos hay que dejar participar a TODO EL MUNDO y si vienen los buenos, como en cualquier deporte, se debería estar agradecido porque pueden servir de referencia para los más jóvenes y despertar admiración entre los mayores. Si el problema son los premios, lo mejor es entregar algo sencillo y simbólico a los vencedores y sortear “los premios” entre los participantes.


Óscar Ruiz, julio de 2016.