El estilo de juego de los jugadores antiguos

Por mi edad, tuve la suerte de conocer una manera de jugar, en la que la mayoría de los jugadores echaban el brazo atrás, doblaban los riñones y tiraban la bola casi a ras de suelo, cogiendo los bolos al aire. Eran los tiempos de los jugadores bravos. Sin embargo, todo cambió con la  emigración cuando comenzó a aumentarse el tamaño y peso de la bola y reducirse las distancias. Empezaron a proliferar entonces jugadores que, en muchos casos, tenían un estilo calveado parecido a la petanca. Algunos dirán con razón que  valen lo mismo los bolos derribados en uno u otro estilo. Desde luego, pero, desde el punto de vista de la BELLEZA, hay  mucha distancias entre aquellos jugadores y estos; esa es la razón principal por la que organizamos un campeonato histórico que evoque, aunque sea como un pálido reflejo, aquella ensoñadora manera de jugar en la que creo que deberían iniciarse los niños y niñas de las Merindades. 

El juego de los bolos en las Merindades forma parte de nuestra cultura más ancestral y tres pilares deberían contribuir a su recuperación:

1. Una escuela de bolos activa.

2. Unas instituciones colaborativas.

3. Unos Jugadores dispuestos.

Sin embargo, a pesar de que hay alguna iniciativa esperanzadora, absolutamente todos estos "pilares" se tambalean y las razones van desde la desidia hasta la aculturación.


Óscar Ruiz, marzo 2017.