Campeonato de bolos municipal
Hace no mucho tiempo escribía sobre cómo hacer en un pueblo un campeonato de bolos intergeneracional.
Ahora voy a hablar de otro campeonato distinto, de ámbito municipal, pero que se complementa muy bien con el anterior. Los municipios en el norte de la provincia de Burgos, como sabéis, están formados por agrupaciones de pueblos bajo los nombres de merindad, valle, junta, alfoz…
Por un momento, imaginaos que soy el alcalde de uno de ellos y quiero contribuir un poco, a revitalizar este deporte de nuestra tierra. ¿Qué haría?:
Encargaría 4 bolas nuevas de buena madera con pesos entre 4,5 y 5 kg. Se estrenarían el día del campeonato y todo el mundo debería tirar con ellas. No se trataría en esta ocasión de un torneo con distintas categorías. Llamadlo "unisex" si queréis y para establecer el difícil equilibrio entre una mujer, un señor mayor y un fuerte jugador el control del peso sabéis que sería necesario, sobre todo al poner el "mico al centro". A gusto de todos no puede ser; siempre habrá mujeres que no quieran competir contra los hombres y hombres que no quieran tirar con bolas de tan poco peso. A las primeras les diría que entrenasen más y a estos últimos les recordaría que nuestro mayores, curtidos trabajadores del campo, tiraban con bolas de ese peso con un "arte" inimitable cuando estas se hacían con hacha y azuela.
Daría «generosos» premios en metálico (350€) distribuidos entre los veinte primeros clasificados y sortearía, a cara o cruz, algo que fuera apreciado entre todos los participantes. No tendría por qué ser un jamón pero si fueran productos típicos locales mejor que mejor.
Cada año el torneo rotaría por un pueblo distinto.
Al organizarlo recurriría a los jugadores de bolos para que colaboraran (arbitraje...) con este torneo que se caracterizaría por la igualdad y, sobre todo, por la espectacularidad. Yo bastante tendría con hacer la entrega de premios o mandaría —¿por qué no? — a un concejal de la oposición a hacerlo.
En este concurso no incluiría a los niños más pequeños ya que el número de participantes, sin duda, sería excesivo.
En cuanto al balance económico estaría totalmente compensado con las inscripciones, a poco que se promocione (carteles, prensa, redes sociales...). ¡Así de sencillo!
Ya lo sabes, si te parece interesante la idea, propónsela a tu alcalde o alcaldesa.
Óscar Ruiz, abril 2023.