Lo más divertido de los bolos son las partidas entre amigos pero los concursos también están muy bien porque creas lazos con los pueblos vecinos. Son necesarios cualquiera que sea su formato pero si pensamos en recuperar un juego que está necesitado de oxígeno, es muy importante que potenciemos, al menos en algunos torneos, el concepto de transversalidad (hombres, mujeres, niños, ancianos, "jugadores" y "no jugadores") con objetivos claros que calen en la gente. Por ello, celebramos en el pueblo de Quintanilla del Rebollar un concurso, en el mes de agosto, en el que desarrollamos este concepto buscando que un niño pueda aprender de un maestro anciano o que un joven inexperto tenga la oportunidad de vencer a un campeón reconocido. 

CLAVES: 

— El campeonato es "difícil" para los grandes jugadores porque se requiere una precisión extrema; no obstante nos interesa mucho que vengan porque son imprescindibles para generar afición entre los jóvenes. 

— Todos los jugadores tiran con las mismas bolas que son de un tamaño semejante a las bolas que tiraban nuestros abuelos. Con ello buscamos reivindicar, homenajear e intentar recuperar a aquellos míticos jugadores de "brazo largo" que echaban la bola atrás, doblaban los riñones y raseaban la bola mandando los bolos a la "viga".

— Hacemos seis categorías diferenciadas. En la categoría absoluta practicamos la discriminación positiva para que los mayores de 75 años puedan tirar de un metro mas adelante así como en la femenina.

— Para igualar las posibilidades de obtener el premio final entre todos los participantes, tiraremos todos —hombres y mujeres— con las mismas dos bolas, viejas y pequeñas.

— Por la victoria en tu categoría recibes un sencillo trofeo artesano recuperando de esta manera, el espíritu olímpico de la Antigüedad cuando los ganadores no recibían premios materiales, sino el honor y la gloria pero quien haya hecho más bolos entre todas las categorías tendrá el orgullo de haber ganado para su pueblo, bolas públicas nuevas de las que las boleras siempre están necesitadas.  

El concurso, además de reivindicar esta parte esencial del Patrimonio Cultural Inmaterial de las Merindades, pretende también servir de orientación a aquellos pueblos que se estén planteando recuperar sus juegos de bolos de una manera sencilla y sostenible. 

Categorías y distancias mínimas de lanzamiento:

•  Absoluta: 10 metros (+75 años: 9 metros).

•  Femenina: 8 metros (+65 años: 7 metros).

•  Infantil: 8 metros (13 y 14 años).

•  Alevín: 7 metros (11 y 12 años).

•  Benjamín: 6 metros (9 y 10 años) .

•  Pre Benjamín: 5 metros (hasta 8 años).

— En la categoría absoluta podrá participar todo el mundo sin distinción de sexos.

— Las categoría infantiles tirarán preferentemente a las 18 horas.

Desde el año 2019 este campeonato deja de celebrarse y se diluye en un proyecto de futuro aún más interesante, al lograr que los chicos y chicas menores asuman, con gran éxito y autonomía, tanto la dirección como el diseño de los concursos.

Se consigue así revitalizar nuestro PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL que es el principal objetivo que buscamos.