Peso y diámetro de las bolas:

tres preguntas, tres respuestas y tres conclusiones

Bolera de Quincoces de Yuso (Valle de Losa)Campeonato de España Individual de 1ª Categoría. Año 2017

La enorme dificultad de adquirir y conservar las bolas adecuadas para cada uno ha convertido los bolos en un deporte sumamente elitista. Es fácil de comprender que a cada uno le guste un peso determinado o una "agarradera" especial pero las bolas privadas perjudican a un juego rural que siempre fue colectivo. Si queremos que los bolos tengan futuro como deporte, en mi opinión, se debería volver a recuperar la esencia de lo que siempre fue el juego y hacerlo lo más igualitario posible. Así, los jóvenes volverían a acercarse a un juego del que, en muchos sitios, se les expulsó.

Preguntas y respuestas:

1. ¿Es difícil comprar una buena bola?: Sí, es muy difícil.

Bueno, pues entonces será mejor abandonar las bolas privadas y que algún experto nos provea de bolas públicas y las mantenga en buenas condiciones.

2. ¿Es sano y justo tirar con bolas pesadas de 7 kg?: No, no es sano y hay muchos jugadores lesionados, con problemas de espalda. Tampoco es justo porque da ventaja a una minoría.

Bien, pues entonces limitaremos el peso a un máximo de 5,5 kg que es un peso muy razonable para la inmensa mayoría de los jugadores.

3. ¿Es más atractivo tirar con bolas grandes?: No, es más bonito y espectacular tirar con bolas pequeñas.

Bueno, pues entonces renunciemos a las bolas grandes de 28 cm y volvamos a limitar el diámetro a 25 cm como jugaban nuestros abuelos.

Con estos tres cambios, los bolos entrarían nuevamente en la senda de la recuperación. Afortunadamente, algunos pueblos de las Merindades ya los están aplicando y es muy significativo ver cómo aumenta el público y los jugadores mientras que en los campeonatos oficiales, sin embargo, decae.

El domingo 2 de julio participé en el Campeonato de España de Bolos Tres Tablones Individual de 1ª Categoría que se celebró en Quincoces de Yuso (Valle de Losa) y había menos gente viéndonos que en el concurso de bolos del pequeño pueblo de Castrillo de Bezana (Valle de Valdebezana) en el que tiré la víspera.

Lo cierto es que esta apatía que se ve en los campeonatos oficiales no solo tiene que ver con los tres puntos analizados sino con la monotonía del formato.

En mi opinión habría que hacer cambios radicales y en Quincoces de Yuso puse en práctica, para dar ejemplo, una de esas modificaciones que propongo: tiré con dos bolas de 25 cm de diámetro y poco más de 5 kg de peso ante el estupor de la mayoría de los presentes. Aún así me clasifiqué para el Torneo de Maestros, que lo disputan los ocho primeros clasificados.

Nunca olvidaré el fuerte apretón de manos que me dio un anciano porque le recordaba los tiempos de su juventud.


Óscar Ruiz, julio 2017.