APROXIMACIÓN ANTROPOLÓGICA AL JUEGO DE BOLOS EN VALDERREDIBLE (CANTABRIA)

Valderredible (mapa) limita al este con las Merindades. En todos sus pueblos había boleras para adultos y para chavales. Aunque se jugaba a los bolos desde tiempos inmemoriales, en el último tercio del siglo XX en Valderredible se tuvieron que decantar, si querían conseguir las subvenciones oficiales que daban para arreglar boleras, por el Pasabolo Tablón y adaptarse a sus reglas aunque en muchos pueblos se mantuvo su primitiva manera de jugar: el Pasabolo a la Viga.

Antiguamente, se practicaba un juego mixto muy rico, de bolos y pasabolos, sobre una sola cureña a partir de la cual se escindieron dos modalidades deportivas: Pasabolo Tablón y Bolos Tres Tablones. Así jugaban en la mayoría de los pueblos del norte de Burgos y sur de Cantabria occidental (Valderredible). Sin embargo, las modalidades que no se han convertido en deportes federados tienden a desaparecer (no podían optar a subvenciones "oficiales" como hemos dicho). Con la emigración a partir de los años 60, los jugadores de Valderredible, Alfoz de Bricia, Las Loras, o La Bureba, si querían jugar al pasabolo en ciudades como Bilbao, debía ser al Pasabolo Tablón porque el pasabolo que ellos jugaban no existía allí, al no estar federado. Cuando esos jugadores regresaban en verano a sus pueblos traían nuevas costumbres y, en muchos sitios, consiguieron relegar al juego tradicional que, poco a poco, languideció. Pero hay que tener en cuenta que esta modalidad de pasabolos primitiva (conocida como Pasabolo a la Viga) está, en realidad, en el origen del Pasabolo Tablón, deporte federado que aportó una innovación (la potente carrera) sobre este primitivo juego. Manuel Secunza recuerda que su abuelo lo "importó" a Ampuero (Cantabria) desde la provincia de Burgos a fines del XIX. Esta innovación de la carrera bien pudo producirse allí o en el Valle de Mena, las Encartaciones... En cualquier caso tuvo gran éxito y se afianzó como deporte.

En el Pasabolo a la Viga, al no estar federados, cada pueblo mantenía sus peculiaridades pero básicamente había una bolera rectangular con una viga al fondo y dos palos verticales en sus extremos. La jugada máxima era lanzar los tres bolos al vuelo en una parábola perfecta y pasarlos por encima de la viga y entre los dos postes. Se fijaba el valor de los bolos según fueran: vuelo, salte y viga. Vuelo cuando pasaba al aire sobre la viga. Salte cuando daba el bolo en el suelo y saltaba por encima de la viga. Viga cuando el bolo llegaba a la viga y no la sobrepasa. En ocasiones la bola debía llegar a la viga para que se contabilizaran los bolos. Seguramente, en tiempos pasados, la bola también se tiraría para abajo pero, posteriormente, en muchos pueblos colocaron el parabolas como en el Pasabolo Tablón.

Cada pueblo tenía sus peculiaridades pero un juego similar se practicaba en el Valle de Zamanzas, Alfoz de Bricia o el Alfoz de Santa Gadea en las Merindades, en el Valle de Sedano y las Loras: Corralejo, Valdeajos, Arcellares del Tozo

En Valderredible, comarca del sur de Cantabria, tenían la misma tradición de Pasabolo a la Viga, que Ignacio Merino explica muy bien en su descripción de las costumbres de Bustillo del Monte y que transcribimos:

Pocas cosas para divertirse se podían hacer, en los pueblos de la época a la que me voy a referir, estoy hablando de los años 60 y anteriores del pasado siglo XX. En Bustillo del Monte y toda la zona, el juego se denominaba “a la viga”… Desde los años de 1980 esta modalidad ha ido en decadencia, imponiéndose la modalidad de “rayas” (Pasabolo Tablón), más moderna que la de viga, más exigente y regulado por sus normas del juego, lo que ha "eliminado" a una parte muy importante de los potenciales jugadores, al tener las posibilidades de triunfo realmente recortadas.

En el primer caso (Pasabolo a la Viga) y en los concursos, las tiradas eran al mejor de 4 bolas, por lo que las posibilidades de éxito o fracaso eran imprevisibles, dado que los materiales con que se jugaba no tenían la calidad de los de hoy, es decir, el ganador podía estar dentro de un amplio abanico de jugadores, con independencia de sus condiciones técnicas y físicas. En el segundo caso, es decir en las "rayas" (Pasabolo Tablón) se tiran 8 bolas y hay eliminatorias consecutivas lo que viene a premiar a los más regulares y fuertes, eliminando toda posibilidad de sorpresa.

No hay ningún dato escrito sobre la antigüedad de la bolera de Bustillo, pero si podríamos deducir, que esta pudiera ser, al menos del entorno del año de 1852… En todas las conversaciones y testimonios que con personas mayores he tenido, en todos los casos y todas las personas, han conocido y oído de la antigua bolera, el juego y los desafíos entre cuadrillas de distintos pueblos, anteriores al pasado siglo XX, en los que generalmente, se jugaba vino o algún gallo. Decir que la picardía también jugaba; habitualmente había un buen gallo si ganaban los del pueblo y otro más raquítico o viejo si los ganadores eran los forasteros. Esto era un secreto a voces admitido por todos y nunca reconocido por nadie aunque lo importante era, el orgullo de ganar la partida... Es casi seguro que en cada pueblo de este Valle y en buena parte de los pueblos limítrofes de la provincia de Burgos, han existido boleras… Tal era la afición a los bolos, que hasta los chavales teníamos o intentábamos tener nuestras propias boleras, con las medidas proporcionales a nuestra edad.

EL JUEGO DE LA VIGA Y SUS NORMAS:

Generalmente las boleras estaban ubicadas en un terreno llano y rectangular de unos 35 a 40 m de largo, por 6 a 8 m de ancho, terreno este, que podíamos dividir en tres zonas bien delimitadas y con unas funciones dentro del juego muy cubiertas.

Zona de tiro: esta zona estaba hecha de tierra bien compactada aunque en los años 70 del pasado siglo pasaron a ser de hormigón. Era la zona de carrera e impulso de la bola, carrera que cada jugador hacia con su estilo personal. La longitud de esta zona podría rondar los 4 o 5 m. El tire estaba un poco inclinado hacia el tablón y en uno de los lados, siempre había un pequeño pozo cavado en el suelo; su fin era poder mojar la bola para que esta deslizase mejor. A su lado "un pino" es decir un tronco clavado en el suelo forrado con saco para limpiar la bola. A 1,5 estaba situado el Pato.

Pato: al final de la zona de carrera y de forma perpendicular a la carrera, se incrustaba en el suelo una madera de roble. A partir del pato, el terreno estaba como unos 4 cm mas bajo que la carrera. La finalidad del Pato era impedir o prohibir que el pie de apoyo sobrepasase ese punto pues el pasarse de él podría suponer la anulación del valor de la bola.

El Tablón: generalmente tenia una longitud de 7 a 7,5 m y un ancho de unos 20 o 22 cm dependiendo de la pieza cortada en el monte. Estaba hecho de roble de una o dos piezas, un poco acanalada para recoger la bola. Se labraba con una azuela, utilizábamos agua como forma de comprobar que la curva labrada era la correcta y esta, el agua, iba por el centro del tablón. Al final del tablón y con una separación de un poco más de un metro, se hacían unas hendiduras que permitían sujetar los bolos. En el lugar donde estas hendiduras estaban, se hacia un rebaje en la madera que permitían poner unos callos (extremos de una herradura) del ganado, ya usados, y preparados en la fragua con la forma del culo de los bolos que con arcilla, previamente amasada, hacía que los bolos se mantuvieran en pie.

La Viga: Así se denomina a la viga colocada al final de la bolera de forma perpendicular al tablón, que delimita la validez o no de que los bolos, el motivo de poner la viga era porque el sonido de los bolos al pegar en ella eliminaban dudas y evitaban discusiones. En los extremos de la viga, se colocaban unas estacas de 5 o 6 m de alto, ya que solamente los bolos que entrasen entre ellas tenían valor.

EL VALOR DE LAS JUGADAS Y OTRAS VARIABLES DEL JUEGO:

Para que los bolos tuvieran valor, era requisito que los bolos llegasen al aire y sobrepasasen la viga a la vez que estos debían pasar por entre las dos estacas y, en algunos casos, pegando bien en la viga o las estacas.

Los tres bolos al aire, valían 3000 bolos. Dos al aire y uno pegando en una estaca o en la viga, 1000 bolos. Dos bolos al aire, 500 bolos. Un solo bolo, 100 bolos. En todos los casos, era requisito fundamental tirar los tres bolos.

Allá por los años 70, al llegar a las boleras de los pueblos material de mas calidad: los tablones mecanizados, con las chapas de "pinar" los bolos, de acero y con las maderas apropiadas, bolas torneadas y de madera mas dura, así como bolos de menor tamaño tanto en altura como en diámetro( los bolos salían más)... se optó por cambiar el valor de los tres bolos al aire, que era 3000 bolos y dejarlo en 2000, pues de esa manera, se permitía seguir jugando aunque hubiera algún pequeño fallo.

Cuando se jugaban partidas, dependiendo de las distintas situaciones del juego o de las características de los jugadores, el jugador o equipo que se hacía mano, podía cambiar las normas del juego con el fin de buscar alguna ventaja que le permitiera salir victorioso del envite.

Una de las variedades era, la de "Pato quieto", eso significaba que el jugador debía tirar la bola desde El Pato, por tanto, no se podía coger carrera para dar impulso a la bola, manteniendo de esa manera el pie de apoyo estable en el Pato, permitiéndose únicamente dar un paso.

"Bola queda": esta otra variante que utilizaban aquellos jugadores que se consideraban más fuertes físicamente, para contrarrestar la mayor calidad de los contrincantes, consistía en que aquella bola que no llegase a la viga se daba por mala, es decir, para que los bolos conseguidos en la tirada tuvieran valor, la bola debía llegar y pegar en la viga.

Además de las jugadas anteriormente dichas, en momentos desesperados de la partida y como último recurso, estaba la llamada "gana juego", esta jugada consistía en hacer llegar al menos un bolo de los tres previamente derribados a una marca a modo de nueva "viga", trazando en el suelo una línea alejada de la viga original y, generalmente, acompañada de "bola queda".

Para la realización de esta jugada, se elegía una bola de pequeño tamaño, con el fin de que el bolo cogiese mas altura, para de ese modo el bolo llegase a su objetivo, aunque tenia la dificultad, de al ser la bola de menor peso, esta no llegase a la viga cuando se ponía "bola queda".

Los ancestrales bolos están interiorizados como parte de nuestra identidad, como testimonio de una práctica inmemorial en la que se fomenta la destreza, la fuerza y la precisión. Son, por lo tanto Cultura que debemos proteger, al igual que hacemos con las cuevas, las iglesias románicas o la naturaleza. La UNESCO urge a los países a proteger los deportes tradicionales y recomienda la promoción de los mismos en la escuela primaria y secundaria, muy especialmente en el área de educación física.

Cualquiera con un mínimo de sensibilidad cultural puede iniciarse en la recuperación del juego de bolos en su pueblo intentando rescatar lo mejor del pasado y proyectarlo en el siglo XXI. Sin embargo, sufrimos un lamentable proceso de aculturación y estamos necesitados de iniciativas ilusionantes que aglutinen a ayuntamientos, juntas vecinales, asociaciones de padres y madres, claustros de profesores… Las Escuelas de Bolos en los Centros de Enseñanza son necesarias, indispensables...

Tal vez tú no sepas jugar a los bolos pero tienes un abuelo o conoces a un señor mayor que ha sido un gran aficionado. Si es así, los datos que puedas recabar nos interesan y, si nos los envías, iremos activando poco a poco cada pueblo de nuestro mapa etnográfico e incorporaremos tu información a nuestra pequeña biblioteca antropológica.

Lo ideal es grabar a esas personas pero, en caso de no poder hacerlo, es importante al menos, fijar por escrito los recuerdos de esos jugadores de bolos veteranos ya que tienen un valor antropológico incuestionable. Si puedes conseguir fuentes gráficas (fotos, vídeos…) las incorporaremos a nuestro archivo fotográfico.

Es importante que los datos provengan de diversas generaciones, pero son fundamentales los datos de personas mayores, lo más ancianas posible, con el objeto de contrastar el pasado con el presente, y a la vez preservar la memoria de nuestra cultura que, por no ser escrita, corre el riesgo de perderse para siempre.

Más abajo iremos activando la información que vayamos recibiendo, gracias a tu colaboración, de cada uno de los pueblos de Valderredible:

Allén del Hoyo, Arantiones, Arenillas de Ebro, Arroyuelos, Bárcena de Ebro, Bustillo del Monte, Cadalso, Campo de Ebro, Castrillo de Valdelomar, Cejancas, Coroneles, Cubillo de Ebro, Espinosa de Bricia, Loma Somera, Montecillo, Navamuel, Otero, Población de Abajo, Población de Arriba, Polientes (capital), La Puente del Valle, Quintanilla de An, Quintanilla de Rucandio, Rasgada, Rebollar de Ebro, Renedo de Bricia, Repudio, Revelillas, Riopanero, Rocamundo, Ruanales, Rucandio, Ruerrero, Ruijas, Salcedo, San Andrés de Valdelomar, San Cristóbal del Monte, San Martín de Elines, San Martín de Valdelomar, Santa María de Hito, Santa María de Valverde, La Serna, Sobrepenilla, Sobrepeña, Soto Rucandia, Susilla, Villaescusa de Ebro, Villamoñico, Villanueva de la Nía, Villaverde de Hito, Villota de Elines y Quintanasolmo.