APROXIMACIÓN ANTROPOLÓGICA AL JUEGO DE BOLOS EN LA MERINDAD DE VALDIVIELSO (BURGOS)

Surcada por el Ebro y rodeada por montañas, la Merindad de Valdivielso (mapa) es un bello valle formado por catorce pueblos. En todos, había una o varias boleras, no sólo de adultos sino también infantiles, de una o tres cureñas lo cual es un claro testimonio de que el juego de bolos tenía una relevante importancia lúdica y cultural para sus habitantes; en varios pueblos se sigue manteniendo la bolera (ver imágenes de boleras de la merindad) y en sus pueblos surgieron grandes campeones de bolos.

Reside en la Merindad de Valdivielso uno de los pocos artesanos que, hasta hace poco, torneaba bolas en todas las Merindades: Félix del pueblo de Condado de Valdivielso. Su especialidad principal consistía en reducir el peso de las bolas con gran y equilibrada precisión.

Jokin Garmilla está recogiendo muy importante testimonios en Radio Valdivielso con sus entrevistas a los mayores que constituyen un importante e inestimable archivo antropológico como estos primeros siete primeros minutos. Interesante es también el artículo que MªJesús Temiño escribió en la Revista de Folklore en el año 1992, en el que hace referencia a los bolos en el Valle.

Revelador de la antigüedad de este juego en el Valle es un documento de 1530 —el más antiguo que conocemos hasta la fecha en las Merindades— que atestigua que se jugaba a los bolos en Puente Arenas. Puedes acceder al documento en el portal de archivos españoles buscando la ejecutoria del pleito pero te recomiendo especialmente el satírico y agudo análisis que hace Belosticalle en el Cuadro II. El arte del insulto en Valdivielso, por cuya lectura casual hemos tenido conocimiento de que hace quinientos años también se jugaba a los bolos junto al puente sobre el río Ebro.

El juego de bolos es una manifestación cultural de carácter etnológico relevante que se practicaba como una vivencia colectiva, con un indudable efecto regenerador y social. Afortunadamente, aún en varios pueblos de las Merindades (Burgos) se sigue manteniendo (Mapa con boleras en Las Merindades y Fotografías antiguas y modernas). Los ancestrales bolos están interiorizados como parte de nuestra identidad, como testimonio de una práctica inmemorial en la que se fomenta la destreza, la fuerza y la precisión. Son, por lo tanto Cultura que debemos proteger, al igual que hacemos con las cuevas, las iglesias románicas o la naturaleza por lo que hemos propuesto a la Junta de Castilla y León su declaración como Bien de Interés Cultural de Carácter Inmaterial. La UNESCO urge a los países a proteger los deportes tradicionales y recomienda la promoción de los mismos en la escuela primaria y secundaria, muy especialmente en el área de educación física.

Cualquiera con un mínimo de sensibilidad cultural puede iniciarse en la recuperación del juego de bolos en su pueblo intentando rescatar lo mejor del pasado y proyectarlo en el siglo XXI. Sin embargo, sufrimos un lamentable proceso de aculturación y estamos necesitados de iniciativas ilusionantes que aglutinen a ayuntamientos, juntas vecinales, asociaciones de padres y madres, claustros de profesores… Las Escuelas de Bolos en los Centros de Enseñanza son necesarias, indispensables...

Tal vez tú no sepas jugar a los bolos pero tienes un abuelo o conoces a un señor mayor que ha sido un gran aficionado. Si es así, los datos que puedas recabar nos interesan y, si nos los envías, iremos activando poco a poco cada pueblo de nuestro mapa etnográfico e incorporaremos tu información a nuestra pequeña biblioteca antropológica.

Lo ideal es grabar a esas personas pero, en caso de no poder hacerlo, es importante al menos, fijar por escrito los recuerdos de esos jugadores de bolos veteranos ya que tienen un valor antropológico incuestionable. Si puedes conseguir fuentes gráficas (fotos, vídeos…) las incorporaremos a nuestro archivo fotográfico.

Es importante que los datos provengan de diversas generaciones, pero son fundamentales los datos de personas mayores, lo más ancianas posible, con el objeto de contrastar el pasado con el presente, y a la vez preservar la memoria de nuestra cultura que, por no ser escrita, corre el riesgo de perderse para siempre.

Más abajo iremos activando la información que vayamos recibiendo, gracias a tu colaboración, de cada uno de estos catorce pueblos:

El Almiñé, Arroyo, Condado, Panizares, Población, Puente-Arenas, Quecedo, Quintana de Valdivielso, Santa Olalla, Tartalés de los Montes, Valdenoceda, Valhermosa, Hoz y Toba.