APROXIMACIÓN ANTROPOLÓGICA AL JUEGO DE BOLOS

EN LA MERINDAD DE SOTOSCUEVA (BURGOS)

La Merindad de Sotoscueva (mapa y vídeo del entorno) está formada por veintiséis pueblos. En todos había una o varias boleras de Bolos Tres Tablones, no solo de adultos sino también de chavales, lo cual es un claro testimonio de que el juego de bolos tenía una gran transcendencia lúdica y cultural para sus habitantes (ver imágenes de boleras de la merindad).

En algunos pueblos casi no se juega pero en otros se aprecia cierto dinamismo con nuevas iniciativas (Torneo de los Pueblos de la Merindad de Sotoscueva, Brazo Largo...). En los meses de verano se organizan, sobre todo, los tradicionales campeonatos en cada pueblo con concursos mixtos, masculinos, femeninos e infantiles. Un importante revulsivo para los chavales fueron, a partir del año 2011, tanto el Campeonato Infantil de Bolos de Ojo Guareña como el Campeonato Infantil de la Merindad de Sotoscueva y, actualmente, al menos ocho pueblos hacen campeonatos para los más pequeños por lo que es, sin duda, la merindad en donde más esfuerzos se está haciendo por recuperar nuestra ancestral juego.

El juego de bolos es una manifestación cultural de carácter etnológico relevante que se practica como una vivencia colectiva, con un indudable efecto regenerador y social. Afortunadamente, aún en varios pueblos de las Merindades (Burgos) se sigue manteniendo (Mapa con boleras en Las Merindades y Fotografías antiguas y modernas).

Los ancestrales bolos están interiorizados como parte de nuestra identidad, como testimonio de una práctica inmemorial en la que se fomenta la destreza, la fuerza y la precisión. Son, por lo tanto Cultura que debemos proteger, al igual que hacemos con las cuevas, las iglesias románicas o la naturaleza por lo que hemos propuesto a la Junta de Castilla y León su declaración como Bien de Interés Cultural de Carácter Inmaterial. La UNESCO urge a los países a proteger los deportes tradicionales y recomienda la promoción de los mismos en la escuela primaria y secundaria, muy especialmente en el área de educación física.

Cualquiera con un mínimo de sensibilidad cultural puede iniciarse en la recuperación del juego de bolos en su pueblo intentando rescatar lo mejor del pasado y proyectarlo en el siglo XXI. Sin embargo, sufrimos un lamentable proceso de aculturación y estamos necesitados de iniciativas ilusionantes que aglutinen a ayuntamientos, juntas vecinales, asociaciones de padres y madres, claustros de profesores… Las Escuelas de Bolos en los Centros de Enseñanza son necesarias, indispensables...

Tal vez tú no sepas jugar a los bolos pero tienes un abuelo o conoces a un señor mayor que ha sido un gran aficionado. Si es así, los datos que puedas recabar nos interesan y, si nos los envías, iremos activando poco a poco cada pueblo de nuestro mapa etnográfico e incorporaremos tu información a nuestra pequeña biblioteca antropológica.

Lo ideal es grabar a esas personas pero, en caso de no poder hacerlo, es importante al menos, fijar por escrito los recuerdos de esos jugadores de bolos veteranos ya que tienen un valor antropológico incuestionable. Si puedes conseguir fuentes gráficas (fotos, vídeos…) las incorporaremos a nuestro archivo fotográfico.

Es importante que los datos provengan de diversas generaciones, pero son fundamentales los datos de personas mayores, lo más ancianas posible, con el objeto de contrastar el pasado con el presente, y a la vez preservar la memoria de nuestra cultura que, por no ser escrita, corre el riesgo de perderse para siempre.

Más abajo iremos activando la información que vayamos recibiendo, gracias a tu colaboración, de cada uno de estos veintiséis pueblos:

Barcenillas de Cerezos, Bedón, Butrera, Cogullos, Cornejo, Cueva de Sotoscueva, Entrambosríos, Ahedo de Linares, Herrera de Redondo, Hornillalastra, Hornillalatorre, Hornillayuso, Linares, Nela, La Parte de Sotoscueva, Pereda, Quintanilla de Sotoscueva, Quintanilla de Valdebodres, Quintanilla del Rebollar, Quisicedo, El Rebollar, Redondo, Sobrepeña, Vallejo, Villabáscones y Villamartín de Sotoscueva.