El público es oro
Mires por donde lo mires, un campeonato de bolos sin público es algo muy triste. En los bolos, sea en un concurso o en una partida, los espectadores son una parte esencial y hay que tenerlos muy en cuenta, especialmente si se está pensando en organizar algún torneo.
Lejos quedan aquellos tiempos en que las tardes de las fiestas, de los pueblos pequeños del norte de la provincia de Burgos, se centraban en los bolos y el baile (los que tenéis cierta edad sabéis de qué os hablo).
Los veraneantes y los tiempos modernos aportaron nuevas costumbres y a los bolos les empezaron a salir nuevos competidores hasta entonces desconocidos: la tuta, actividades de las más diversas… Aquellos jugadores antiguos poca atención les prestaban. Lo suyo eran los bolos y miraban con cierta displicencia estas novedades. Sin embargo, pasaron los años y aquellos jugadores de añejas costumbres fueron desapareciendo y los mozos “modernos”, en sus ansias por obtener más dinero para financiar las fiestas, acogieron estas nuevas diversiones (todas por supuesto igualmente respetables) que eran más sencillas o de un aprendizaje menos complejo que el de los bolos. Los bolos, inevitablemente, empezaron a perder espectadores que se dispersaron entre tanta oferta; a la larga decayeron y en muchos pueblos desaparecieron.
Hoy se observa un cierto renacimiento. Sí, son los tan manidos «brotes verdes» que, a no ser que existan voluntariosos jardineros, pronto se agostarán.
Algunas de estas personas me preguntan por el cómo y el cuándo hacer un campeonato. Yo siempre digo lo mismo: en cuanto al formato hay varias opciones. Todas válidas. Hacerlo en las fiestas del pueblo puede estar muy bien; de hecho sería lo ideal, pero si se considera que no habrá público por haberse programado a la vez otras actividades alternativas, lo mejor es sacarlos de las fiestas y con calma, cualquier otro día del verano, hacer de los bolos una FIESTA en sí mismos.
Y si hablamos de las instituciones, en algunas abundan en el error simplemente por falta de sensibilidad. Fijaos por ejemplo en el Trofeo de la Diputación de Burgos de Bolos Tres Tablones, organizado por el Instituto Provincial para el Deporte y la Juventud, que se suele celebrar en el mes de mayo para los deportistas federados. Junto a los bolos, en la última edición metieron la rana para que mientras unos tiraban a los bolos otros jugaran a la rana. ¿Os imagináis que hicieran lo mismo con otros deportes? ¿Que a la vez que se celebra el Cross de Atapuerca, por ejemplo, pusieran una carrera de motos alrededor para que la gente no se aburriera? Convertir los bolos en algo parecido a una feria favoreciendo que la gente se disperse con otras actividades, es una pésima idea para el futuro de los bolos como deporte.
En conclusión, como refleja esta fotografía, EL PÚBLICO ES ORO para los bolos y hay que tenerlo muy presente. Si está ausente, como ocurre en todos los campeonatos mal planteados, sean federados o no, siempre será un fracaso.
Óscar Ruiz, febrero de 2023.