Bien de Interés Cultural

Documentación para la declaración de los Bolos Tres Tablones 

como Bien de Interés Cultural de Carácter Inmaterial


En respuesta a una carta del 29 de julio de 2017, en la que solicitamos la declaración de los Bolos Tres Tablones como Bien de Interés Cultural de Carácter Inmaterial, el Director General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, D. Enrique Saiz, nos da la enhorabuena por nuestra labor en defensa de esta manifestación cultural y nos pide que aportemos los datos que consideremos oportunos, para que se valore su relevancia y singularidad en la elaboración de la Carta de Patrimonio Oral e Inmaterial de Castilla y León.

En primer lugar queremos decir que consideramos que esta solicitud de declaración debería ser extensiva a las diversas variedades ancestrales de juegos de bolos masculinos y femeninos existentes en la comunidad autónoma, algunas de las cuales se pueden consultar en este mapa de juegos de bolos tradicionales en Castilla y León que hemos elaborado. No obstante nos centraremos en los Bolos Tres Tablones, originarios de la comarca de las Merindades (Burgos) por ser la modalidad de bolos que practicamos, generación tras generación, y hemos estudiado exhaustivamente. 

La Ley 12/2002, de 11 de julio de Patrimonio Cultural de Castilla y León, en su artículo 1.2 dispone que «integran el Patrimonio Cultural de Castilla y León los bienes muebles e inmuebles de interés artístico, histórico, arquitectónico, paleontológico, arqueológico, científico o técnico. También forman parte del mismo el patrimonio documental, bibliográfico y lingüístico, así como las actividades y el patrimonio inmaterial de la cultura popular y tradicional». De acuerdo con la definición de Patrimonio Cultural Inmaterial adoptada en la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO de 2003, se entiende por patrimonio cultural inmaterial «los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas —junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes—  que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana». 

Denominación: Bolos Tres Tablones. 

El juego de Bolos Tres Tablones forma parte del patrimonio cultural inmaterial de las Merindades y constituye su ancestral deporte tradicional. Los bolos son un legado, transmitido siglo tras siglo por la tradición oral, que se ha adaptado a las reglas del deporte moderno sin perder su propia esencia, convirtiéndose en uno de los deportes más antiguos de Europa con lejanas noticias de su práctica ya a principios del siglo XVI. Los bolos están interiorizados por los habitantes de Las Merindades como parte de su identidad, como testimonio de una práctica inmemorial en la que se fomenta la destreza, la fuerza y la precisión, con bolas y bolos que se tornean de forma artesanal. Son, por consiguiente, una manifestación cultural de carácter etnológico relevante que se practica como una vivencia colectiva, con un indudable efecto regenerador y social. 

Ámbito territorial: Este antiquísimo deporte ancestral es originario de Las Merindades, una extensa comarca del norte de la provincia de Burgos con más de cuatrocientos pueblos diseminados en escondidos valles. En todos ellos se ha jugado a los bolos, siendo durante siglos uno de sus principales entretenimientos. Hay numerosas referencias y existen centenares de boleras —situadas, por lo general, junto a las iglesias, tabernas o plazas de los pueblos— que han sido verdaderos espacios públicos de socialización. 

Ámbito temporal: Antiguamente los bolos se jugaban los domingos, después de misa, tan pronto como comenzara el buen tiempo aunque las boleras cubiertas del siglo XIX que aún se mantienen, nos indican que también se jugaba en invierno. Las partidas de bolos tampoco podían faltar en las romerías y fiestas estivales, en las que los mozos de distintos pueblos se enfrentaban, en reñidas apuestas, entre cuadrillas de cuatro jugadores. En la actualidad, como modalidad deportiva se practica también durante todo el año, al existir ligas y concursos. 

Orígenes y evolución: Los bolos constituyen un patrimonio cultural intangible con un pasado tan remoto que, buscando sus raíces, nos podríamos retrotraer a los orígenes primigenios de la humanidad pues responde a un instinto elemental y primitivo, en el que se lanza un trozo de madera para derribar a otro que se alza en la distancia, como mero ejercicio de destreza, fuerza o puntería. En Las Merindades, no obstante, tenemos una de las referencias escritas más antiguas de España sobre los birlos, sinónimo de bolos, que data del año 1530, en la Merindad de Valdivielso (Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, Registro de Ejecutorias. Legajo 0218). 

Sabemos también, por documentos históricos, que la afición a los bolos era tan grande que, hasta los monjes del Monasterio Cisterciense de Santa María de Rioseco, en el Valle de Manzanedo, no se privaban de jugar disputadas partidas en la que era, por el año 1610, su “renovada” bolera (Cadiñanos Bardeci, Inocencio. El monasterio cisterciense de Santa María de Rioseco. Historia y Cartulario. Villarcayo, 2002). Poco después, y antes de que mediara el siglo XVII, sabemos por las actas municipales que  los regidores de cuatro pueblos: Mozares, Campo, Torme y Miñón fueron sancionados con una multa de 200 maravedíes porque prefirieron retarse a los bolos en el Soto de Villarcayo que  acudir a la Junta de la Merindad de Castilla la Vieja (Díez de Salazar, L.M.  La Merindad de Castilla la Vieja. Siglo XVII. El pasado histórico de Castilla y León. 2, Edad moderna, p.102. Burgos: Junta de Castilla y León, 1983). No fueron los únicos; por las mismas fechas y por motivos semejantes, nos informa el catedrático Manuel López Rojo que las Actas reflejan que fueron multados los regidores de Escaño, Escanduso, Tubilla y Cigüenza.

A lo largo de los siglos, las normas consuetudinarias del juego de los bolos se fueron transmitiendo de padres a hijos por la tradición oral, hasta bien entrado el siglo XX. Las noticias escritas sobre los bolos son muy antiguas pero son referencias muy escuetas: gastos por renovar el juego de bolos, multas, citas literarias, etc. Hay, sin embargo, un libro que nos da una descripción muy interesante de cómo se jugaba a fines del siglo XIX (Nuño García, Ángel. El Valle de Mena y sus pueblos. Santoña: Tipografía Artística, 1925).

La despoblación de la comarca, que se inicia en los años cincuenta del pasado siglo, afectó de una manera importante al juego de bolos. Muchos jugadores emigraron a Madrid, País Vasco, Francia, América,... y allí llevaron su afición por los bolos (remarcable fue el sano enfrentamiento que, durante años, hubo entre jugadores de bolos chilenos y argentinos, originarios del norte de la provincia de Burgos). En los años sesenta D. Cayetano, un eminente Catedrático de Veterinaria, ya escribía recordando la pasión y alegría, la fuerza y el temple que les proporcionó este juego en su juventud, sugiriendo practicarlo en las escuelas por sus indudables cualidades físicas (López López, Cayetano y Ruiz Ruiz, Doroteo. Un juego de bolos en Castilla la Vieja (Burgos). Pedrosa de Valdeporres: Hijos de Santiago Rodríguez, 1961). La elaboración de un reglamento unificado y la conversión en deporte federado, bajo el nombre de Bolos Tres Tablones, se inicia en los años setenta, cuando se unifican reglas, se crean los clubes deportivos y se comienzan a disputar los Campeonatos de España a los que, actualmente, acuden las boleras federadas de Burgos, Madrid y País Vasco. 

Descripción del Bien: Básicamente podemos decir que la bolera (26 m de largo por 6 m de ancho) es un terreno horizontal sin obstáculos que se divide en tres áreas o zonas bien delimitadas: zona de tiro, zona de cureñas y zona de birle

Se emplean tres tablones (denominados cureñas) sobre los que se plantan tres bolos en cada uno; después se planta el mico o cuatro, que se sitúa en prolongación de los bolos centrales, a izquierda y derecha, en dos puntos denominados mano (derecha) y pulgar (izquierda). En partidas libres se puede plantar el mico donde se quiera. 

Se producen dos tiradas, una de subida (desde el cas) y otra de bajada (también llamada birle). Los Bolos Tres Tablones son un juego individual, por parejas o equipos de cuatro jugadores que consiste en lanzar la bola desde el cas (zona fija desde donde se tira), en trayectoria aérea, intentando derribar el mayor número de bolos posibles y el mico inclusive. El primer bote de la bola debe ser en la cureña, de no ser así se producirá una morra (bola sin valor porque no ha pasado de una raya determinada) y se anulará la tirada. Se puntúa de la siguiente manera: cada bolo derribado vale uno, el derribo exclusivo del bolo del medio vale dos, y el derribo del mico vale cuatro pero solo si es acompañado con el derribo de alguno de los bolos. Las cureñas se instalan en el centro del terreno de juego; sus medidas son 4,20 m de largo por 0,40 m de ancho. Los bolos son de madera (encina, abedul, avellano…) torneados en forma de tronco de cono de 40 cm de alto, con un diámetro de la base de 4 cm y de 3 cm en la punta redondeada. El denominado mico o cuatro tiene medidas diferentes: 25 cm de alto y una base de 7 cm de diámetro. Las bolas, sobre las que se talla una agarradera, son de madera (nogal, alisa…) y de forma esférica. Su diámetro no puede superar los 28 cm y su peso es variable, dependiendo de la madera de la cual estén hechas y de su volumen. 

Patrimonio material y oral asociado: El valor cultural de los bolos no solo se centra en el juego sino que se extiende a otros conocimientos que lo enriquecen y lo hacen posible, como la artesanía de la madera: selección, tiempos precisos de secado, talla de bolos y bolas, elaboración de cureñas y alzado de espléndidas boleras cubiertas (Entrambosríos, Virtus, San Pelayo, Fresno de Losa...), etc. Es muy notable y digno de destacar el rico vocabulario del juego de bolos (cas, morra, cureña…) con expresiones ligadas siempre a las costumbres y trabajos campesinas (unos bolos que se siegan, una bola que se va a pacer…). Numerosos son, asimismo, los refranes, dichos y leyendas, vinculados a este deporte autóctono, que reflejan una opulenta mitología, como los relatos fabulosos de la Cueva del Oro de los Barrancos de Dulla, recóndita cavidad en el corazón de las Merindades, que atesoraba bolas y bolos de oro, en cuyo interior —según la antigua leyenda— se jugaban disputadas partidas nocturnas a la luz del preciado metal. Los Bolos Tres Tablones son un deporte autóctono muy antiguo y singular, fruto de unas costumbres y tradiciones mantenidas, secularmente, de padres a hijos que se ha ido adaptando a las normativas del deporte moderno, sin perder su propia esencia, por lo que constituyen un legado esencial de la herencia cultural e histórica de la Comunidad de Castilla y León Pero los Bolos Tres Tablones, actualmente, se encuentran en verdadero riesgo. Las Merindades sufren, como tantas comarcas, un lamentable proceso de aculturación y están necesitadas de iniciativas ilusionantes que aglutinen a ayuntamientos, juntas vecinales, asociaciones de padres y madres, claustros de profesores… por lo que coincidiendo, plenamente con la filosofía del artículo 63 de la Ley 12/2002, de 11 de julio, de Patrimonio Cultural de Castilla y León en donde se indica que ‹‹cuando los bienes etnológicos inmateriales estén en riesgo de desaparición, pérdida o deterioro, la Consejería competente en materia de cultura promoverá y adoptará las medidas oportunas conducentes a su estudio, documentación y registro por cualquier medio que garantice su transmisión y puesta en valor›› hemos realizado un inventario de nuestra fiel y constante labor de difusión y recopilación que confiamos sea justamente valorado por la Consejería de Cultura, para su declaración como Bien de Interés Cultural de Carácter Inmaterial: 

Documentación:

Vídeos sobre el juego:

Vídeos sobre los materiales: 

Vídeos sobre las personas:

Dinamización:


Óscar Ruiz 

Presidente del Club Bolera Merindades