Las subvenciones deberían estar condicionadas

"Juegabolos de Villamartín de Sotoscueva. Años 80.Fuente gráfica: Leonardo Gómez

Seguro que conocerás casos de boleras, recientemente remodeladas con subvenciones públicas, en las que apenas nadie juega. En mi opinión es dilapidar el dinero y, en muchas ocasiones, se hace además con una más que lamentable falta de estética que no tiene en cuenta el respeto por nuestro Patrimonio Cultural Inmaterial.

Una subvención debería estar vinculada a un programa deportivo concreto y luego rendir cuentas de que realmente se ejecuta.

Yo ayudaría principalmente a aquellas boleras que justifiquen que enseñan a los niños o que realicen campeonatos priorizando las categorías infantiles.

Es necesario potenciar este juego entre los más jóvenes porque es divertido y forma parte de nuestra riqueza cultural y si no se sabe cómo hacerlo, ahí están nuestros abuelos, verdaderos transmisores de una cultura ancestral no escrita.


Óscar Ruiz, junio 2018.